Tanto mi marido como yo, hemos tenido trabajos que no nos han exigido viajar en exceso, con lo cual Nani no es un niño habituado a que alguno de sus progenitores falte de casa.
Si, cuando era más pequeño, su padre ha tenido que viajar al extranjero durante algunas semanas, pero era una o dos veces al año y no se daba mucha cuenta porque era sobre todo mamá la que pasaba más tiempo con él y la que atendía la mayoría de sus necesidades.
Ahora las cosas han cambiado. Papá, pasa mucho más tiempo con él, ven el fútbol juntos, juegan al padel juntos, corren juntos, y chocan mucho… juntos. Papá se ha convertido en un insustituible en muchos momento, y me encanta.
Ayer a Papá lo dejamos en el aeropuerto. Se iba muy lejos y faltará unos cuantos días.
Nani está triste, le echa de menos.
Nani juega la liguilla del cole y no le podrá comentar aquella jugada que tan bien le ha salido.
- Total hijo, si son sólo unos días, se fuerte hay algunos niños que sus padres viajan prácticamente todas las semanas…
- Y me contesta: Ya, pero yo no estoy acostumbrado, y se le saltan las lágrimas.
Seguidamente, me dice, Mamá, se que lo que te voy a decir no debía decírtelo pero el padre de un compañero del cole se murió en un avión, y me abraza. Es tal la presión que esa idea le causa que la tiene que compartir para aliviar un poquito su angustia…
Yo, en esto de viajar, siempre he dicho que lo pasa peor el que se queda, que el que se va. Y cada vez me ratifico más en mi postura.
¿Qué tal lo pasan vuestros hijos cuando tenéis que viajar? ¿Se acostumbran?
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