11.2.13

El final de los dibujos, el comienzo de sus historias…



Supongo, que como les pasa al resto de madres/padres que defienden un puesto de trabajo (¡Alabado sea Dios por tenerlo!) y otras rutinas familiares, ir al cine se ha convertido en un auténtico milagro… Y es que pasada ya la fase de los dibujos animados, que todo hay que decirlo, una termina saturada como con los desnatados en el embarazo, el cuerpo pide ver otro tipo de historias con tus hijos.

Las categorías son variadas y tremendamente engañosas en cuanto a la clasificación por edades. Te puedes encontrar la TP (todos los públicos) y que se despeloten a la primera de cambio y manejen una jerga que ni tu misma te enteres. Mande? O que la historia sea de tal intensidad visual o emocional que el pobre crío salga tocado para unos cuantos días…

Con lo cual, a parte de milimetrar el tiempo del fin de semana, has de hacer un auténtico estudio de la cartelera para que no te la cuelen, pero bien y te puedas meter en un frondoso jardín con tu hijo del que no sepas salir. Porque claro está, luego llega la sesión de preguntas, que esto se parece cada vez más a la tertulia de "Lágrimas en la lluvia" de José Manuel de Prada. Sí, sí que el trasfondo existencial está asegurado en estas edades…

Y es que a ellos mismos les apetecen ya otras cosillas… La historia romanticona de instituto, la acción, las relaciones de amigos (la pandilla de toda la vida), la chica/o guapa/o, la comunicación con los padres… vamos lo que viene siendo la duda categórica que es la pre-adolescencia. Y lo que queda…


Por eso, cuando vi el trailer y las críticas de "Las ventajas de ser un marginado" y el punto tan diferente que daban sobre la adolescencia me dije: me apetece ver esta peli con mi hijo. Y si me pregunta, le explicaré lo que haga falta antes de que se adelante cualquier enterao y encima le harte de panoli.

¿La habéis visto? ¿Pensáis que es adecuada?

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