He escrito muchos comienzos y no me ha convencido ninguno, unos por clásicos, otros por frívolos e intrascendentes, otros por todo lo contrario, otros porque llega Marido y me dice: "pero esto… para quién es?", total que se me echa la hora encima y no arranco con algo lo suficiente bueno para que recoja lo mucho que ha supuesto para mí 2013, y quizá, lo mucho que espero del 2014.
¿Por qué no esperar si la ilusión no debe tener freno? Hijos míos, ya vendrá la realidad a marcar su ritmo…
Pero ahora mi intención era otra, ahora que hago un paréntesis en los fogones, a la espera de que mi casa se llene de gente, os quiero hacer un hueco en mi mesa y en mi vida.
El plan es sencillo, estar con gente valiosa, pasar buenos momentos y aprender de lo que otros tienen que contarnos. Mañana la marcha Radetzky nos llenará de energía y coraje para comenzar el nuevo año.
Bienvenidos a 2014