12.1.15

No sabía cómo… y lo llamó rutina…



Metió todos aquellos años en un cajón, 
lo cerró y se colgó la llave al cuello.

Una mañana, 
a la hora de hacerse el rutinario moño, descubrió una marca y una falta.
La marca, en sus ojos…
La falta, en el cuello…

No quería olvidar y olvidó recordar…

Vir

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